Corrector ortotipográfico
Corrección ortográfica y gramatical
¿Necesitas los servicios de un corrector ortotipográfico profesional?
Todos escribimos. Y la mayoría, especialmente quienes han pasado por la Universidad y tienen una profesión, dan por hecho que lo hacen suficientemente bien. En consecuencia, son pocos los que aprecian la importancia de que sus textos sean revisados por un corrector ortotipográfico profesional. Y sin embargo…
Foto tomada de http://escuelaposgrado.es
Contar con los servicios de un corrector ortotipográfico es una gran ayuda
Que no te quepa duda. Unos textos bien escritos hablan bien de ti, te dediques a lo que te dediques en la vida. Hay quien todos los meses envía un boletín (newsletter) a sus clientes. ¿Crees que no importa cómo está redactado? A diario escribimos cartas comerciales. ¿De verdad es indiferente su sintaxis? Redactas una carta de interés para aplicar a una vacante laboral. ¿Seguro que no importa si se nos olvida poner una tilde o no sabemos dónde colocar las comas?
Estarás pensando que no todos tenemos por qué saber de gramática o de ortografía. Tienes razón. Para eso estamos lo que nos dedicamos a este viejo y noble oficio: el corrector ortotipográfico y de estilo. Lo que sí necesitamos todos es ofrecer nuestra mejor versión en todo lo que hacemos, especialmente cuando tratamos con nuestros clientes.
¿Por qué nos cuesta tanto detectar los errores?
Ya sabes, cuatro ojos ven más que dos. De hecho, nadie está libre de cometer errores en los textos. Cuando en Escribir Bien y Claro uno de nosotros escribe algo que se va a hacer público, siempre lo revisan otras dos personas. ¿Por qué? Puede que estés a punto de irte de esta página: “¿Y no es que ustedes se dedican a la corrección ortotipográfica?” Así es, precisamente por eso. Porque sabemos que es más difícil detectar errores en lo que nosotros mismos hemos escrito que en lo que otros han redactado. Hay investigaciones que demuestran que, cuando escribimos, nuestro cerebro se concentra en transformar nuestras ideas en palabras, dejando los detalles en manos del piloto automático.
Nuestro cerebro nos engaña. Como sabe lo que hemos querido escribir, esa versión “idealizada” interfiere con lo que hemos escrito realmente. Es una cuestión de expectativas. Leemos en parte lo que queremos leer y no lo que realmente hemos escrito. Es por esa razón que todos, incluso un corrector ortotipográfico, necesita a alguien que revise sus textos.
Corrección ortográfica y gramatical: un antiguo y noble oficio
Antes de la aparición de la imprenta, ya había personas que se dedicaban a corregir los errores normales que cualquier copista a mano podía cometer. Tenían que ser personas dotadas de una cultura amplia, además de ser muy cuidadosas con las palabras. Pero el cuidado extremo se convirtió en minuciosidad con la llegada de la imprenta. Parar maquinas por un error y volver a empezar podía ser la causa de una importante pérdida económica. Así que en el siglo XV un corrector tipográfico, el último en revisar las planchas, era alguien muy respetado y necesitado.
Los siglos XIX y XX son la edad dorada del periodismo en papel. El corrector se convierte en una figura esencial en cualquier redacción de noticias. Con el advenimiento de la era digital, podría pensarse que el corrector pierde su razón de ser. Hay quien piensa que con los correctores automáticos ya está todo solucionado. Afortunadamente estos existen y son muy útiles. Cada vez más. Pero no lo son todo. Un corrector de carne hueso presenta algunas ventajas. Es una persona que está entrenada para encontrar problemas en el texto escrito y que tiene la experiencia y el conocimiento para resolverlos.
Algo más que errores
Pero un buen corrector ortotipográfico… ¿hace algo más que corregir errores? La respuesta a esta pregunta no es sencilla, pues depende en buena medida de la calidad del texto que le entreguemos y de lo que le pidamos.
Son muchos los aportes que un buen corrector le hace a un texto. Enumeraremos algunos de los más importantes:
- Aplica la normativa ortográfica.
- Resuelve problemas de léxico y enriquece el texto.
- Corrige errores de sintaxis o, en algunos casos, la mejora para que el escrito sea más comprensible o más elegante.
- Revisa el texto pensando en facilitar la lectura.
- Unifica criterios tipográficos para que todo el texto tenga coherencia y unidad.
Una buena corrección ortotipográfica no solo elimina los errores involuntarios y deja impecable la ortografía y la gramática. Puede que escribamos algo que sintácticamente es correcto pero que no resulta claro para nuestro destinatario potencial. La corrección ortotipográfica de texto se convierte entonces en una corrección de estilo. Modifica parcialmente la estructura e incluso el vocabulario para que nuestro texto resulte mucho más claro y, como consecuencia, eficaz.
Además, el corrector de textos verifica la coherencia interna de lo escrito, de manera que no se repitan las ideas de forma pesada o un párrafo no contradiga lo escrito anteriormente, confundiendo al lector.
Adaptándonos al lector
Ya que hemos hablado de las trampas del cerebro, les contaremos otra. Consiste en creer que lo que escribimos, por el hecho de que nosotros lo entendemos, va a ser comprendido de inmediato por nuestro receptor. Y esto no es cierto. Mucho menos en sociedades como las actuales donde personas de diferentes culturas compartimos un mismo espacio. No es lo mismo escribir para jóvenes recién salidos de la universidad que hacerlo para magistrados de la corte veteranos, para migrantes, para campesinos o para niñas que están comenzando sus estudios.
Corrección de estilo y ortotipográfica
En ese proceso de adaptar el texto al lector, es muy probable que haya que añadir a la corrección ortotipográfica una corrección de estilo. En ese caso, ambas se hacen conjuntamente, procurando adecuar el texto a la cultura del lector. Es implica, por ejemplo, estructurar los párrafos, modificar vocabulario y ayudar a que el texto fluya con sencillez y claridad. En definitiva, una buena correccion de estilo busca la comunicación efectiva.
Corrección ortotipográfica: tarifas
Hablar de tárifas en trabajos de corrección no resulta sencillo. Cualquiera puede entender que no es lo mismo corregir las pruebas de una novela que limpiar de posibles errores un informe económico. No lleva el mismo trabajo revisar el trabajo académico de alguien acostumbrado a escribir pero que no quiere que se le escape ni un solo error en su comunicación escrita en un Congreso que las cartas comerciales redactadas por un extranjero que no tiene mucha destreza con el idioma. Nosotros te hacemos una valoración gratuita antes de comenzar y te decimos exactamente cuanto te costará. Y algo más importante: solo cobramos una vez terminado el trabajo y satisfecha la necesidad del cliente. No obstante, para que te hagas una idea, podemos darte una estimación.
Precio de una corrección ortotipográfica
se puede calcular por palabras o por matrices (cada pulsación del teclado). Es más propio hacerlo por matrices porque en cada palabra puede haber varios errores. En cualquier caso, siempre conviene hacer una primera valoración del texto a revisar. No es lo mismo un texto científico, con un alto nivel de especialización, que una carta comercial. De manera orientativa, Escribir Bien y Claro cobra 0.9 euros por cada 1000 matrices para una corrección ortotipográfica. Si se trata de una corrección de estilo y ortotipográfica, la tarifa sube a 1.5 euros por cada 1000 matrices. No obstante, conviene insistir que estos precios son orientativos.
Conclusión
Si buscas la excelencia en tus textos, sea cual sea el destino de estos; si eres consciente de lo importante que es cuidar tu imagen profesional; si quieres mostrar respeto por tu interlocutor, adaptando tu mensaje a su cultura, entonces y solo entonces, te conviene contratar un buen servicio de corrección ortotipográfica de textos.
Consúltanos sin compromiso en cualquiera de estos casos...
Si quieres que tu tesis de grado o trabajo académico no tenga errores ortográficos ni gramaticales.
Si quieres asegurarte de que un documento de trabajo que pasará de mano en mano sin pasar por la imprenta, tenga una buena presentación.
Si crees que la memoria de tu institución se merece ir limpia, bien escrita y bien presentada.
Si eres un buen consultor o consultora, pero necesitas una mano para librarte de erratas, errores ortográficos e inconsistencias tipográficas.
En cualquiera de estas circunstancias y en otras muchos más, te conviene una buena corrección ortotipográfica.
Déjanos tus datos
Un buen corrector ortotipográfico limpia tu texto de errores ortográficos y gramaticales, unifica criterios y detecta los pequeños gazapos e inconsistencias.
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