En esta entrada vamos a hablar de una palabra muy extendida por toda América Latina. Llegó al español desde el inglés, pero no se quedó en España, donde su uso es muy ocasional, sino que viajó por todo el continente americano con significados que se ramifican y multiplican las posibilidades expresivas de nuestro idioma. “Dame chance” que te lo explique en pocas palabras.
Chance en francés e inglés
En el idioma francés, hay una palabra con la misma grafía, chance, que significa “oportunidad” o “posibilidad de conseguir algo”. En inglés también entró esta palabra en el diccionario aunque con un matiz algo diferente. Chances, en plural, se refiere a las probabilidades de que ocurra un determinado suceso.
Chance en Latinoamérica
Por alguna razón que no hemos podido determinar, esta voz europea (inglesa y española) arraigó más en el continente americano que en España. De este modo es muy usual en México, donde presenta variadas acepciones. Una de ellas equivale directamente a suerte y es empleada entre interjecciones para desear que buena fortuna: ¡Chance!
También es muy común, en México y toda Centroamérica, usarla como la hemos usado nosotros en el título de esta entrada: un espacio temporal breve. Así:
Dame chance y ya te arreglo eso.
Dame chance de dormir un rato.
Quizás por su vinculación inglesa con las probabilidades, la palabra chance haya terminado por ser utilizada para denominar la lotería informal en países como Venezuela, Nicaragua o Colombia.
En Guatemala, un chance puede ser un trabajo. De manera que, si le pedimos a alguien un chance, estamos solicitando una oportunidad laboral.
Pero el uso más extendido de la palabra, el que es entendible en todo el continente, incluido en los Estados Unidos, es el que están en su origen europeo. Es decir, el que se puede traducir como una oportunidad o posibilidad.
No tiene chance de aprobar.
No me dieron chance de estudiar en su universidad.
Había chance para escoger entre varias películas.