Foto tomada de https://www.voanoticias.com/
Hoy 5 de agosto cumple 72 años un escritor que ama las bibliotecas. Él fue el primer literato centroamericano en ganar el premio Cervantes, el más prestigioso en lengua castellana. Sergio Ramírez, nacido en Masatepe, reivindicaba, al recibir el galardón, la pasión popular por la palabra y el idioma castellano en toda Mesoamérica: “Todos somos poetas de nacimiento, salvo prueba en contrario”.
En Escribir Bien y Claro profesamos una devoción especial por Sergio Ramírez y nos sentimos identificados por su amor a las bibliotecas que compartimos y que nos lleva, por ejemplo, a apoyar la Biblioteca de la Aldea Guacamaya, en el Norte de Honduras. Esas bibliotecas que son, como dijo el nicaragüense, “un lugar sagrado que invita a la convivencia”.
Dice Sergio Ramírez que “quien no aprende nunca a leer no sabe lo que se pierde, se expone a una vida mutilada y amarga, se perderá un amigo”. Escuchando estas palabras ¿cómo no darse cuenta de la tremenda injusticia que supone negar a un ser humano el contacto con los libros a los que también Ramírez llamó “casas con muchas estancias”?
La lucha por la dignidad democrática
En su juventud Sergio Ramírez militó en el Frente Sandinista y participó en la revolución que expulsó al sátrapa Somoza de Nicaragua y devolvió la esperanza, no solo a su país sino a todo el continente.
Por desgracia, la historia dio la razón a quienes defienden que las servidumbres del poder son parte de la condición humana y, años más tarde, tuvo que enfrentarse a su antiguo compañero Daniel Ortega para seguir defendiendo la libertad y la democracia.
Ramírez no solo es el mejor novelista de su país. Es un ensayista, poeta y periodista ejemplar. Pero, sobre todo, es, como bien dijo en cierta ocasión el también poeta Luis García Montero, «el gran referente de la lucha por los sueños democráticos”.
Democracia, amor a las bibliotecas, libertad, convivencia. Estas son las pasiones de Sergio Ramírez, que dan sentido a su vida y enriquecen su legado literario.