ACNUR/Roger Arnold
Niños refugiados afganos frente a una escuela en Islamabad, Paquistán.

Cada 20 de junio se conmemora el Día Mundial del Refugiado. Esta es una jornada para, en palabras de la ONU, «enaltecer la fuerza y el coraje de las personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar para escapar de conflictos o persecuciones». Con la reciente crisis en Ucrania unos 13 millones de personas se han sumado a esta trágica cifra. Es decir, hablamos tanto de los que han tenido que salir de su país como de los que permanecen en él pero se han visto obligados a moverse (desplazados internos). Entreculturas y Alboan, ONG especializadas en educación, han publicado un informe con motivo de este día: Escuelas que construyen Paz. Desde Escribir Bien y Claro, especialistas en elaboración de textos con proposito comunicativo y educativo, hemos colaborado en su redacción. Compartimos contigo alguno de los puntos fuertes de este informe.

Refugiados: dramas olvidados

La crisis de Ucrania ha golpeado a Europa con una fuerza inusitada y ha despertado una ola de solidaridad con quienes se han visto asolados por la barbarie de la noche a la mañana. En nuestras retinas aún están las imágenes de miles de niños huyendo de la guerra. Pero, por desgracia, esta realidad no es única. Conflictos armados y focos de violencia se multiplican por todo el mundo. Es posible que en menor medida que en otros tiempos. Y sin embargo, hoy son aun más escandalosos, si tenemos en cuenta que contamos con los medios para proteger a la población indefensa. Unicamente en Siria, una guerra que ya se prolonga por 11 años, han fallecido diretamente un mínimo de 7000 menores como consecuencia de la guerra. Es por ello que el informe enfatiza que ”ha llegado el momento de extender este impulso de solidaridad que recorre Europa y exigir para el resto de las personas refugiadas y desplazadas del mundo el mismo trato que están recibiendo quienes huyen de la invasión rusa en Ucrania”.

La educación no debe interrumpirse

El informe Escuelas que construyen paz insiste en una idea que no conviene olvidar. Históricamente, cuando acontecen crisis humanitarias, una de las primeras cosas que se olvida es el derecho a la educación de todo ser humano. Si no se olvida, al menos se posterga. Y sin embargo, las evidencias nos muestran que mantener vivo el derecho a la educación, incluso en medio de los conflictos más complejos, ayuda a la población a resistir el presente y reconstruir el futuro. De ahí el elocuente título de este informe. Las escuelas ayudan a construir la paz, aun en medio de la guerra.

El ejemplo ucraniano

Es evidente que la población ucraniana ha brindado a todo el mundo un extraordinario ejemplo de coraje y dignidad desde que las tropas rusas invadieron su territorio. En el terreno educativo, el ejemplo resulta aun más aleccionador. El ministerio de educación ucraniamo continúa brindando educación a distancia a miles de niños y niñas distribudos por muchos países de Europa. Junto a él, cientos de organizaciones públicas y privadas están brindando apoyo a quienes en medio de la guerra no cesan en su esfuerzo por formarse y salir adelante. Es el espíritu indomable del ser humano. Y la utilidad de unas escuelas que son mucho más que lugares donde se transmiten conocimientos. Una escuela de verdad no tiene muros. En ella se recrean tanto los conocimientos como las actitudes. Ellas han sido siempre, y lo seguirán siendo, espacios de resistencia contra la barbarie y de superación del ser humano.