No es la primera vez que hablamos en este blog del verbo haber, en su faceta de verbo impersonal. Pero algunas personas nos piden que tratemos de aclararlo un poco más puesto que los errores que se cometen con el mismo son recurrentes. Si el tema te interesa, te invitamos a seguir leyendo. Ya sabes que Escribir Bien y Claro brinda servicios profesionales para corregir textos, redactarlos o adecuarlos a diferentes públicos. Pero, sobre todo, nuestro compromiso es echar una mano a quienes creen que merece la pena aprender a escribir mejor.
Origen y evolución del verbo haber
En latín existía el verbo habere. Su significado era “tener”. Así se utilizó cuando el castellano empezó a dar sus primeros pasos. Pero ocurrió lo que suele pasar siempre con las lenguas vivas. El verbo “tener” se fue popularizando y ganándole terreno al verbo haber. Así que este último quedó confinado a dos usos: a) como auxiliar; b) como verbo impersonal.
El verbo haber como auxiliar
Los verbos compuestos necesitan un auxiliar para conformarse. En español hay tres verbos auxiliares: ser, estar y haber. Precisamente, el verbo haber se ha convertido en el principal verbo auxiliar con el que contamos. Con las diferentes formas de este y el participio de los diferentes verbos se van declinando las diferentes formas compuestas:
- Tú has comido (segunda persona del singular).
- Ellas han jugado (tercera persona del plural).
- Nosotros hemos descansado (primera persona del plural).
Como verás en los ejemplos anteriores, el verbo haber concuerda con el sujeto. Por tal razón, va cambiando, dependiendo de la persona y el número gramatical del sujeto. Es eso que llamamos la concordancia.
El verbo haber como impersonal
¿Qué quiere decir impersonal? No hace falta darle muchas vueltas. Un verbo impersonal es aquel que no concuerda con las personas gramaticales. O dicho de mejor manera, que no cambia en función de la persona gramatical a la que acompañe en una oración. Por ejemplo:
Hay un hombre en la barra del bar
Hay cinco hombres en la barra del bar.
¿Por qué no cambia el verbo? Sencillamente porque es impersonal. Es decir, porque no está en relación con un sujeto. Así que se escribe en tercera persona del singular y es inmutable.
En muchos lugares de Iberoamérica y también de España, así como en incontables medios de comunicación, se comete este error de tratar el verbo haber como si no fuera impersonal.
En el Diccionario panhispánico de dudas puedes encontrar un mayor argumento de autoridad:
El verbo haber es impersonal cuando significa ‘existir, ocurrir’, por lo que solo se conjuga en tercera persona del singular, tanto en los tiempos simples como en los compuestos.
Te preguntarás ¿por qué “el hombre del bar» es complemento directo y no sujeto? No realiza ninguna acción. ¿Cómo estar seguro? Bueno, hay una norma que lo comprueba. ¿Puedes sustituir “un hombre” por un pronombre personal? Sí.
Hay un hombre en la barra del bar.
Lo hay en la barra del bar.
Está claro, cuando el sustantivo de una oración se puede sustituir por “lo”, “la”, “los” o “las”, es un complemento directo y no un sujeto.
Una prueba más
Así todo, puede que aún estés dudando. En ese caso, te diré que existe un truco que nos permite acordarnos de que el verbo haber es impersonal y que, por lo tanto, tiene que ir siempre en tercera persona del singular. Imaginemos que estoy describiendo un aparcamiento y me entra la duda:
¿Habían muchos autos en el aparcamiento o había muchos autos?
Simplemente, por el verbo en presente. “Hay muchos autos”. No se puede decir en plural. Está claro que estás ante el verbo haber como impersonal. Y que, por tanto, lo correcto en pasado sería “había” y nunca “habían”.