Muchos hemos crecido con esta consigna aprendida en la escuela: es necesario poner una tilde sobre la conjunción “o”, cuando va entre cifras, para que no se confunda con un 0. Eran otros tiempos. Ahora que casi ya nadie escribe a mano, esa regla ha dejado de ser funcional. La “o” no lleva tilde en ningún caso. Pero a mucho nos cuesta acostumbrarnos a las novedades. Sentimos nostalgia de la tilde sobre la conjunción “o”. O quizás no entendemos el porqué de estos cambios. Te explicamos a continuación por qué esta regla ha dejado de tener vigencia.

Acento diacrítico

Como sabemos, hay un tipo de acento que se llama diacrítico. Es aquel cuyo uso está justificado porque ayuda a distinguir palabras que se escriben igual pero que tienen diferente significado. Algo parecido ocurre (u ocurría) cuando la letra “o” aparecía escrita muy cerca de una o varias cifras. Se le ponía una tilde para evitar que nadie la confundiera con un cero. Por ejemplo:

“Compraré 4 ó 5 pizzas”.

En el caso anterior, pudiera darse una confusión. Que la “o” se confundiera con un 0 y que el sujeto, en vez de comprar una cantidad moderada de pizzas, lo hiciera como para alimentar un regimiento:

“Compraré 4 o 5 pizzas” (¿405?)

Con la tecnología desapareció la confusión

Siendo sinceros, cuando todo lo escribíamos a mano, la confusión de la que acabamos de hablar era comprensible. Aunque ciertamente, pocas veces se producía. Pero ahora que casi siempre escribimos a través de un teclado, las razones que impusieron ese acento diacrítico han desaparecido. Y en cambio prevalecen, o se refuerza, las razones de toda la vida para no ponerle una tilde a esta conjunción.

En su ortografía del año 2020, la Real Academia de la Lengua Española dio por definitivamente jubilada esta tilde. Para ello argumentó lo siguiente:

  • Solo las palabras tónicas deben acentuarse. La “o” no tiene acento propio. Esto quiere decir que, para pronunciarse, esta letras necesita apoyarse en la que está antes o después. Acentuarla de manera ficticia atenta contra la economía del lenguaje que, ya sabemos, es muy importante para cualquier idioma.
  • En los textos impresos o electrónicos ya no amerita que se ponga esa tilde porque tipográficamente es imposible la confusión.

 

Cabe decir que, si escribimos a mano y somos un poco cuidadosos, la confusión tampoco es tan posible. Solo se trata de tener cuidado de dejar suficiente espacio en blanco entre la cifra y esta conjunción. De hecho, en otras lenguas románicas, como el catalán o el italiano, nunca se ha usado esta tilde diacrítica y no parece que haya habido grandes problemas.

Se acabó

De manera que nunca más pongas una tilde sobre una “o”. Además, ocurre que algunos usuarios, de esos que se creen más papistas que el papa, se acostumbraron a ponerle una tilde a la conjunción “o” cuando iba entre números, aunque estos últimos estuvieran escritos con letra: “cuatro ó cinco pizzas”. En Escribir Bien y Claro nos ha tocado corregir, incluso, a quienes víctimas de un extraño celo, terminan por ponerle una tilde a toda “o” con que se encuentran. Ya no le des más vueltas. Se acabó el problema. La “o” no lleva tilde. Y punto.