¿Sabías que el 60% de las personas que abren una página web huyen despavoridas si encuentran faltas de ortografía o una redacción descuidada? Pues así es. Hay estudios que lo demuestran. Empresarios como Charles Duncombe se han tomado en serio este problema y han descubierto que las ventas por Internet caen en promedio un 50% si la página tiene faltas de ortografía.

Así que si eres de los que piensan que la ortografía no sirve para nada y que, en nuestros días, las normas de escritura son para quienes viven en el pasado, siento tener que darte malas noticias. Lo mejor es que cuides mucho los textos de tu web y para eso puedes consultar páginas que se esmeran en presentar algunos trucos para tener una excelente ortografía. Nosotros, de momento, nos conformaremos con brindarte cinco consejos.

1. Lee mucho

No vamos aquí a descubrir las bondades de la lectura. Son demasiado obvias. Pero no te quepa duda de que, si lees con frecuencia, tu ortografía mejorará rápidamente. La mayoría de las dudas ortográficas se resuelven gracias a nuestra memoria fotográfica. Si estamos acostumbrados a ver una palabra escrita con “b” no tendremos que pensar más, sino dejarnos llevar por nuestra intuición.

2. Ten a mano un diccionario

Hace años, esto no era tan fácil. Los diccionarios eran caros y pesaban mucho. Hoy basta con abrir una pestaña de tu ordenador para tener disponible una aplicación donde resolver nuestras dudas ortográficas.

3. Repasa lo que lees

Revisar lo que hacemos es algo que sirve como consejo para cualquier actividad que tengas en la vida. Así como un vehículo reparado debe ser revisado antes de entregarse al cliente un escrito debe revisarse una y otra vez hasta que estemos seguros de que no tiene errores. Y aún así, no será extraño que se cuele alguno. Así que, si te importa mucho que el cliente que llegue a tu página web se lleve una buena impresión de ti, revisa varias veces lo que has escrito. Y lee el texto en voz alta alguna vez. Notarás la diferencia.

4.Utiliza correctores ortográficos y gramaticales

Hoy en día, los correctores automáticos ayudan mucho. No dejes nunca de usarlos y aplicarlos sobre tus textos. Aunque ten en cuenta que no son infalibles. Hay detalles que solo detecta el ojo humano.

5.Deja que otros lo lean antes de publicarlo

El cerebro a veces nos engaña. Todos lo sabemos. Y cuando escribimos también. Si hemos leído varias veces un texto, es posible que se nos pase por alto un detalle que alguien que no lo haya leído nunca percibe a la primera. ¿Por qué? Es un problema de percepción. Nuestro cerebro mezcla lo que recuerda con lo que está leyendo. E incluso con lo que espera ver. En el fondo se trata de economizar energía. Viene alguien de fuera, que no tiene memoria de lo escrito y detecta errores que nosotros no veíamos. ¿Es más inteligente? No, simplemente se acerca por primera vez a un texto que ya está “contaminado” en nuestro cerebro.

Conclusión

Ya ves. Tu credibilidad se pone a prueba en Internet. Quizás al posible cliente le importe poco si se te ha olvidado poner una tilde. Pero si percibe que no has puesto mucho cuidado en presentarte, buscará otro profesional u otra empresa más acuciosa con los detalles. Busca ayuda. Hay páginas especializadas en trucos para todo. Incluso para escribir mejor. No dejes de consultarlas.

Pero la ortografía, siendo tan importante, no lo es todo. Por eso, si tienes dudas, podemos ayudarte a redactar lo que necesites para que tu página web esté mejor colocada, llegue a más gente y obtenga mejores resultados. No vayas a cometer el error de no dar importancia a los detalles. Lo barato sale caro.