Pocas normas ortográficas son tan controvertidas como las referidas a los diptongos que conforman monosílabos. A menudo tenemos dudas de si llevan o no tilde. Sobre todo, porque la normativa ha ido evolucionando a lo largo de los años.

En español, los monosílabos, por norma general, no se acentúan. La excepción es cuando hay una posible confusión porque la palabra monosílaba tiene dos significados distintos. Entonces, para diferenciar una palabra de otra según su significado, se acentúa una de ellas. Eso es lo que llamamos la tilde diacrítica. La palabra diacrítica viene del griego y significa “que distingue”. De eso se trata, de distinguir gracias a la tilde un significado de otro. Por ejemplo, la tilde diacrítica nos sirve para diferenciar si de : acentuamos gráficamente cuando es una afirmación; en cambio, no lleva tilde cuando es una conjunción.

El caso es que los señores y señoras de la Academia de la Lengua se reúnen cada cierto tiempo y revisan las normas del español escrito, entre ellas las ortográficas. La última revisión de la ortografía la hicieron en el año 2010. Fue en ese momento cuando decidieron que no se debe acentuar nunca guion.

Hasta entonces, se podía escribir de las dos formas (guión – guion). ¿Por qué? Aunque era claro que se trataba de un monosílabo, se consideraba que, según quién hablara y en qué situación, podría articular esta palabra como monosílaba o como bisílaba. Pero a partir de 2010, la Academia corta por lo sano y dice que ya no hay más que hablar: a partir de ese año, guion se escribe sin tilde. Ojo, esto no es un consejo; se trata de una norma. Por consiguiente, *guión es, desde ese año, una falta de ortografía.