Ilustración tomada de https://www.sinjania.com/
El gerundio es una de las formas no personales del verbo. A menudo se usa mal. En realidad, se abusa de él. Y este vicio lo cometemos muchos hispanohablantes sin apenas percatarnos del error. A decir de Valle Inclán, hasta todo un Premio Nobel de Literatura como era José Echegaray caía en un reiterado abuso de los gerundios. En cierta ocasión en que don Ramón se encontraba enfermo, varios amigos y conocidos acudieron al hospital con intención de donar su sangre para el genial dramaturgo. Al enterarse el gallego de que uno de sus presuntos donantes era José Echegaray, exclamó con evidente ingratitud:
“No quiero la sangre de ese. Está llena de gerundios”.
Y es que el abuso de los gerundios viene de lejos. El jesuita y literato español conocido como Padre Isla, buscando ridiculizar a quienes practican una retórica hueca, bautizó en el siglo XVIII a uno de sus personajes como Fray Gerundio de Campazas. Con lo cual podemos inferir que el abuso del gerundio no es una moda pasajera.
¿Pero en que consiste el abuso del gerundio? ¿Qué usos incorrectos del gerundio son los más comunes? Vamos a verlo a continuación.
El abuso del gerundio más común
Para usar correctamente el gerundio es bueno saber que ha de cumplir alguna de estas tres condiciones:
- Actuar como adverbio.
- Expresar una acción simultánea o anterior a la del verbo principal, o que sea tan inmediata que se pueda percibir como simultánea.
- Compartir sujeto con el verbo principal.
Precisamente, la segunda de las circunstancias en que se usa el gerundio es la que genera más problemas. Es decir, el gerundio se debe usar para indicar anterioridad o simultaneidad con relación al verbo principal de la oración. Cuando en vez de ello, usamos esta forma verbal para expresar posterioridad, caemos en el temido abuso del gerundio. Así de fácil:
- Salí de París el día 8 de junio, llegando a Madrid dos días después* (incorrecto por que expresa posterioridad con relación a la acción del verbo principal).
- Salí de París el día 8 de junio, viajando en mi propio vehículo (correcto porque el gerundio expresa una acción simultánea al verbo principal).
Otro día hablaremos de otros usos incorrectos del gerundio. De momento, para empezar, lo más importante es advertir que no conviene abusar de estos. Y que lo correcto es que el gerundio sirva para expresar acciones anteriores o simultáneas al verbo principal, pero nunca posteriores.